lunes, 29 de febrero de 2016

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia

DEBES SABERLO
pastoreen el rebaño que Dios les ha dado, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero, sino con sincero deseo. 1Pedro 5:2

INFORMACIÓN
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LA PALABRA DE DIOS: LA SANTA BIBLIA
Un libro extraordinario

Salmo 119:105; Lucas 24:44–48; 2 Pedro 1:20–21

Propósito: 
Presentar con claridad y en forma convincente nuestras razones para creer que la Biblia es la Palabra de Dios, comprobada, fiable y verdadera. Instar a los niños a acercarse a ella sin dudas y con decisión para que en sus páginas puedan oír cómo les habla el mismísimo Señor.

Introducción para los maestros

Al iniciar esta serie que se sitúa en la última parte del Antiguo Testamento, nos detenemos durante una lección para explicar a los niños las razones que tenemos para confiar de manera absoluta en la Biblia. Muchos de esos argumentos se ejemplificarán y ampliarán a medida que prosiga la serie.

En la actualidad, la mayoría de los niños aprenden en la escuela que la Biblia, y en especial el Antiguo Testamento, es, en gran parte, una colección de mitos religiosos y declaraciones propias de un pensamiento primitivo. Son interesantes, pero no se deben tomar en serio en nuestra época, dominada por la ciencia. Nos toman por gente rara e ingenua por aceptar la Biblia literalmente como si fuera verdad. Deben de preguntarse por qué la estudiamos, semana tras semana, con tanto cuidado y con tanta confianza.

Bosquejo de la lección

Según la edad de la clase, haz algunas observaciones a modo de introducción. Muestra una biblia a las clases de niños más pequeños, y pregúntales si saben quién la escribió. Con las clases de los niños más mayores comenta, o resume, algunas de las opiniones que habrán oído en el instituto acerca de la Biblia. Sugiéreles que dejen a un lado sus prejuicios y que se unan a ti para hacer un estudio objetivo de ella.

¿Por qué es tan especial la Biblia? 
Adelántales algunos de los rasgos más extraordinarios de la Palabra de Dios. Diles que es:

(1) Un libro poco habitual
(a) ¿Cuántos libros hay en la Biblia? Sesenta y seis; 
b) ¿Cuándo se escribieron? A lo largo de 1600 años aproximadamente; 
c) ¿Quién los escribió? Alrededor de cuarenta hombres diferentes, personas de todo tipo, por ejemplo: Lucas, un médico; David, un rey; Oseas, un pastor de ovejas; Pedro, un pescador; Moisés, un legislador.

Invita a los niños a intentar imaginar la mezcla tan extraña y confusa que resultaría la reunión de una colección de escritos semejante, comenzando en el año 400 a. C., hasta llegar a nuestros días. 

¿Cómo se verían las ideas supersticiosas de la Edad Media bajo las mismas tapas que una revista científica moderna? ¡Qué contradictorio sería ver las opiniones de quienes sostenían que el mundo era plano junto a unas fotografías de la Tierra tomadas desde la Luna! Los maestros deberían utilizar argumentos de este tipo (según la edad de la clase) para recalcar la idea.

(2) Un libro unificado
Cuando leemos la Biblia de principio a fin, nos impresiona comprobar que no es un extraño surtido de escritos. De no conocer los hechos, podríamos imaginar que la escribió una sola persona. Todo el Libro tiene el mismo mensaje y la misma característica (puede que las clases de los mayores hayan estudiado en la escuela acerca de la evolución del pensamiento en la Biblia, aunque, si examinamos los primeros libros, como Job, en ellos encontramos la misma enseñanza que en el último libro, que es el Apocalipsis. Compárese Job 19:25 —se piensa que Job fue el primer libro bíblico en escribirse— con 1 Corintios 15:52, etc.).

En cada libro de la Biblia leemos que los hombres y las mujeres, creados por Dios, se han rebelado contra Él. A lo largo de sus páginas leemos el mismo mensaje: Dios es santo y odia el pecado, pero está deseando perdonar a cualquiera que muestre arrepentimiento y confíe en el Salvador que Él ha enviado (compárese Joel 2:12–13 con 2 Pedro 3:9). 

Desde Génesis hasta el Apocalipsis, el gran tema constante es el Salvador del mundo. Todos los libros de la Biblia concuerdan a la perfección. Por muy minuciosamente que los examinemos, la enseñanza es la misma hasta en el más mínimo detalle. Todos enseñan que hay un solo Dios; dicen lo mismo en cuanto a su carácter, sus principios y sus planes. Todos enseñan lo mismo en cuanto a su plan de salvación. Es sorprendente; ningún movimiento humano tiene libros o literatura que concuerden con tanta precisión. No existe otro libro en el mundo como la Biblia. 

¿Cómo se explica esto? ¿Cómo justificaban sus autores esta extraordinaria unidad? Es muy simple; alegaban que la Escritura era:

(3) Un libro inspirado por Dios. 
Afirmaban que lo que escribían les había sido dado por Dios. Se había servido de sus mentes y de sus manos para escribir el texto, pero Él había sido el Creador y el Autor de cada palabra. Los escritores del Antiguo Testamento afirmaron más de 2600 veces que Dios les había inspirado. Decían: “Así dice el Señor”, o palabras con ese mismo significado.

Los autores del Antiguo Testamento no fueron los únicos que insistieron en la inspiración divina. Cuando el mismísimo Hijo de Dios, el Señor Jesucristo, vino a la Tierra, mostró a sus discípulos que amaba las Escrituras del Antiguo Testamento y que consideraba que eran la verdadera Palabra de Dios, que no podía ser quebrantada (cf. Juan 10:35; Lucas 24:44). 

Indudablemente, el Hijo de Dios creía que cada detalle del Antiguo Testamento era importante y que se cumpliría (cf. Mateo 5:17). Solo en los Evangelios, encontramos alrededor de 400 referencias al Antiguo Testamento.

Explica que los escritores del Nuevo Testamento también fueron inspirados por Dios. Las primeras iglesias tuvieron cuidado de reconocer solamente como Escrituras aquellos libros y epístolas que procedían de los Apóstoles que habían sido instruidos por el Señor Jesús mismo (cf. Lucas 24:45–48; 1 Corintios 15:3). 

Por si alguien ponía en tela de juicio su derecho a escribir las Escrituras, el Señor les había dado poderes especiales para hacer milagros y señales sorprendentes, de manera que no hubiera duda de que eran los calígrafos de Dios. A los demás, se les prohibió añadir o quitar nada de los escritos sagrados (cf. Apocalipsis 22:18–19).

¿Qué confirma que la Biblia es un libro único?

(a) Su efecto sobre nuestro mundo. 
A lo largo de la Historia, los hombres y las mujeres han acudido a la Biblia en busca de las cosas verdaderamente importantes: la vida, la muerte, el pecado, el perdón, una guía, etc. Es el único libro que se ocupa realmente de esos asuntos. En cada siglo las personas han encontrado a Dios por medio de su mensaje, y sus vidas y sus opiniones han cambiado radicalmente. Poco a poco, el Evangelio se ha ido difundiendo por todo el mundo. La Biblia —o partes de ella— está disponible en más de 2000 idiomas. En un año se venden 10 millones de biblias. ¡Entre 1815 y 1975 se distribuyeron 2500 millones de ejemplares! En 1992 una sola sociedad distribuyó 618 millones de biblias y porciones bíblicas.

Inevitablemente la Biblia ha ejercido influencia sobre la sociedad, a medida que su enseñanza se ha ido difundiendo, y ha cambiado la vida de millones de personas. Gran parte de nuestros modernos sistemas educativos, sanitarios y de atención a los más desfavorecidos tienen sus raíces en la obra de amor que han desarrollado aquellos en quienes el Evangelio de la gracia de Dios ha infundido el deseo de ayudar a otros.

(b) Su supervivencia a pesar de la persecución
A menudo, la influencia de la Biblia ha sido tan grande que los que se oponen a Dios han intentado impedir que otros la vean o la lean. En algunos períodos se amenazaba con la muerte a quienes la leían y creían en ella. Sus enemigos la censuraban y la quemaban. Prohibieron su traducción al idioma del pueblo. El hecho de que se haya conservado durante tantos cientos de años —a pesar de toda esta oposición— no hace sino demostrar que la Biblia procede de Dios.

(c) Su extraordinaria exactitud. 
A medida que avancemos a través de esta serie de lecciones, descubriremos que los datos históricos de la Biblia están perfectamente comprobados. La arqueología moderna ha confirmado en repetidas ocasiones las fechas y los detalles de la historia bíblica. Los niños se impresionarán con los sorprendentes descubrimientos y la prueba firme que podremos proporcionales para verificar algunos de los detalles más minúsculos. 

Demostraremos que la Biblia, lejos de ser un texto mítico, es el mayor libro de historia del mundo. Examinaremos algunas de sus profecías y su detallado cumplimiento cientos de años más tarde. Hace unas cuantas décadas, casi todos los científicos consideraban la teoría de la evolución como un hecho, pero ahora se ha demostrado que contiene errores insalvables. Muchos científicos han reconocido que parece que los organismos vivos surgieron sobre la Tierra de un modo repentino, tal como dice la Biblia.

(d) Su gran propósito. 
A título de aplicación, pide a la clase que busque el Salmo 119:105: “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino”. Explica que, por encima de todas las demás maravillas y de todas las características sorprendentes de la Biblia, tenemos esta: que es un libro dirigido individualmente a hombres, mujeres y niños para enseñarles el camino a Dios y al Cielo. A diferencia de otros libros, expresa las palabras de Dios mismo para nosotros.

Es como una luz que nos revela el mismísimo corazón de Dios, nuestro Hacedor. Al exponer sus mandamientos para nuestras vidas, resplandece dentro de nuestros corazones y nos muestra cuánta podredumbre y cuánto pecado hay en ellos. Escudriña nuestros motivos y deseos más recónditos, y nos lleva a enfrentarnos a nuestra necesidad de perdón. 

Luego nos señala al Salvador y su muerte por todos aquellos que ven su necesidad y se vuelven a Él. Como si fuese una gran lámpara, examina nuestros corazones y nos conduce al Señor. Está llena de advertencias, de palabras de aliento, y de súplicas. Cuanto más la leemos, más vemos. Es cómo una gran araña de luces: cuánto más de cerca la contemplamos, más sorprendidos y embelesados estamos. Cuando escuchamos su mensaje y obedecemos sus instrucciones, acudiendo personalmente al Señor y descubriéndole, entonces aprendemos a atesorarla por encima de cualquier otra cosa en este mundo.

Durante las próximas semanas exploraremos la Biblia y la examinaremos desde muchos ángulos. ¡No faltes! ¡Prepárate para ver las grandes cosas que el Señor ha provisto para nosotros!


Complementos Visuales

Los maestros podrían destacar la información presentada en esta lección elaborando un álbum de recortes que se titule: “La Biblia: la Palabra de Dios”. Cada página puede llevar por título el de cada uno de los siete puntos principales de esta lección, con ilustraciones para reforzarlos.

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